Si bien el origen del síndrome de piernas inquietas es desconocido, se ha podido constatar que frecuentemente hay antecedentes familiares. Lo que es lo mismo, hay una predisposición genética.

Hoy en día no se puede precisar si es una afección a nivel cerebral o si, por el contrario, es a nivel únicamente de los nervios de las piernas. Hay ocasiones en que cuando aparece este síndrome se asocia a otra enfermedad o es una manifestación de esta.

 El síndrome de piernas inquietas se asociada a las siguientes enfermedades:

  •  Insuficiencia venosa crónica, varices. La falta de oxigenación puede ser un factor importante. Mejorando la circulación sanguínea, oxigenando la musculatura y relajando los nervios   de las piernas mejoran los síntomas.
  • Enfermedad de Parkinson. Al asociarse a la pérdida de neuronas, afecta a los nervios de las piernas que pueden estar asociados al síndrome.
  • Esclerosis múltiple. También relacionado con los nervios ya que las propias células del sistema inmunitario atacan al sistema nervioso central, está ligado al síndrome.
  • Falta de hierro. Existen estudios en los que se asocia una mejoría del síndrome de piernas inquietas cuando se suministra hierro a los afectados por su déficit.
  • Insuficiencia renal crónica. Algunos pacientes en diálisis han mejorado sobre todo si se les da hierro.
  •  Diabetes. Relacionado con la neuropatía diabética
  • Embarazo.
  • Enfermedades reumatológicas: Enfermedad de Sjögren, artritis reumatoide, todo ello relacionado con neuropatías.

Síndrome de piernas inquietas síntomas

  • El primer síntoma del síndrome es que se padece de sensaciones que no son dolor sino hormigueo, picor o sensación de tirantez profunda.
  • Las sensaciones van empeorando a lo largo de la jornada siendo mayor en reposo ya sea sentado o en la cama.
  • La gravedad de los síntomas puede variar según el día, se asocia también a que exista falta de sueño, durante embarazo, alcohol o antidepresivos y consumo de cafeína.
  • Existen con frecuencia sacudidas en las piernas, llegando a despertar al paciente con lo que se agravan los síntomas por falta de sueño.
  • Se siente necesidad irrefrenable de moverse.
  • Puedes aliviar parcial o temporalmente los síntomas realizando alguna actividad como caminar o estirarte.
  • Los síntomas empeoran por la noche.
  • Los síntomas no pueden explicarse únicamente con otra afección médica o conductual.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de piernas inquietas?

Para el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas se requieren una serie de pruebas como son:

  • Una exploración física, también neurológica
  • Analíticas sanguíneas para comprobar si hay déficit de hierro
  • Algún estudio del sueño para descartar apneas

También se tienen en cuenta

  • La existencia de movimientos espasmódicos periódicos de las piernas durante la noche.
  • La existencia en la familia de antecedentes de sufrir este síndrome.
  • Una respuesta favorable a la dopamina.

Síndrome de piernas inquietas tratamiento natural

Por norma se suele tratar el síndrome de piernas inquietas con tratamiento natural:

Tratamiento con hierro. Sobre todo si la ferritina está por debajo de los 50mcg/l.

  • Evitar en lo posible las sustancias excitantes ya que hay una correlación con el sistema nervioso. Entre ellos evitar café, té, alcohol, tabaco, bebidas energéticas al ser altamente excitantes.
  • También existen fármacos que aumentan los síntomas como son los antihistamínicos, los antipsicóticos o antidepresivos. Mejor evitarlos a ser posible.
  • Intentar aumentar la concentración mental como juegos, puzzles, videojuegos etc.
  • Ejercicios destinados a estirar la musculatura y relajarla.
  • Mejorar la circulación sanguínea con baños alternando el agua fría y caliente.
  • Masajes en piernas, también se recomienda el uso de presoterapia para relajar la musculatura, aumentar el retorno venoso y efecto neurosedante.

Remedios Caseros

Para aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas os recomendamos una serie de remedios caseros:

  • Probar con baños y masajes. Para relajar la musculatura.
  • Aplicar compresas frías o tibias.  De manera alterna reduce las sensaciones en las extremidades.
  • Establecer una buena higiene del sueño. La falta de sueño está ligada al síndrome por lo que hay que tomar medidas para intentar dormir al menos 7 horas de manera relajada.
  • Hacer ejercicio. Esto afecta directamente a la musculatura relajándola, pero no es conveniente hacerlo muy tarde ni muy intenso para no activar más el problema.
  • Evitar excitantes. Puede ser recomendable evitar cafeína, el chocolate, el café, el té y los refrescos que contengan cafeína, durante un tiempo para ver si mejora.
  • También se puede probar el uso de almohadilla que vibra en la parte posterior de las piernas

¿Cuándo se recomienda tratar las piernas inquietas con tratamiento farmacológico?

El Tratamiento farmacológico sólo se recomienda en los casos más graves. Se utilizan medicinas utilizadas para el Parkinson como levodopa y agonistas (que son sustancias que actúan estimulando directamente los receptores celulares que se encuentran en la membrana celular de neuronas) dopaminérgicos, derivados del opio (opiáceos) o relajantes (benzodiacepinas).

Se diferencian tres tipos de síndrome para la utilización de fármacos:

1. Síndrome de piernas inquietas intermitente.
Sólo durante las fases agudas parando el tratamiento cuando remiten los síntomas.
Cuando es intermitente se utilizan:

  • Levodopa. Mejoran la necesidad de mover las piernas o los espasmos nocturnos. Sin embargo, pueden aumentar cuando pasando las horas va disminuyendo el efecto por lo que no se recomienda en casos continuos sino leves.
  • Agonistas dopaminérgicos Son más eficaces que la levodopa, aunque tiene más efectos adversos. Aun así, es el tratamiento preferido para estos pacientes.
  • Benzodiacepinas o agonistas benzodiacepínicos. Son útiles en casos leves, sobre todo en jóvenes.
  • Opiáceos a dosis bajas o agonistas opiáceos, como codeína o metadona. Si fallan los anteriores se recurren a ellos

 2. Síndrome de piernas inquietas diario.
Su gravedad requiere tratamiento continuo.
Cuando son de tratamiento diario se utilizan:

  • Agonistas dopaminérgicos de proyección estríateles. Sobre todo, se prescribe si además tienen dolores en las piernas.
  • Opiáceos a dosis bajas o agonistas opiáceos. Al igual que en la sintomatología intermitente cuando fallan los anteriores recurren a estos.

3. Síndrome de piernas inquietas que no responde al tratamiento con agonistas dopaminérgicos