el sistema linfático y el sistema inmune

 

Una de las características más importantes de la presoterapia Ballancer es aumentar la inmunidad a través del aumento circulatorio. Esto conlleva un estímulo significativo en el sistema linfático, encargado del sistema inmunológico. En invierno es muy importante tener el sistema linfático con un funcionamiento óptimo para que dé una respuesta inmunológica correcta.

En los ganglios linfáticos es donde se filtra la linfa y se producen los anticuerpos necesarios para la protección del organismo contra la enfermedad y la infección. A su vez, la inflamación crónica debilita el sistema inmune haciendo que sea más fácil que nos ataquen virus y bacterias. Por ello, si disminuimos la inflamación con la presoterapia se promueve una respuesta inmune más equilibrada.

A continuación, destacamos las principales funciones del sistema circulatorio y del sistema linfático. Seguidamente, explicamos cómo el sistema linfático trabaja como sistema inmunológico. Y, finalmente os indicamos las formas de mejorar la salud linfática.

El sistema circulatorio:

 El sistema circulatorio es el encargado de llevar nutrientes a todas las células. Sin embargo, también circulan por él toxinas que provienen del medio ambiente que ingerimos. Por ejemplo, los pesticidas a través de los alimentos o metales pesados a través del agua.

El sistema circulatorio consta de dos subsistemas:

  • Sistema Circulatorio cardiovascular: en el que encontramos el corazón, las arterias y las venas. Se encarga de llevar la sangre rica en nutrientes a todas las células del cuerpo.
  • Sistema circulatorio linfático: transporta de vuelta la linfa para devolverla al cardiovascular y mantener así una presión de sangre saludable. 

Funcionamiento del sistema circulatorio:

El corazón bombea la sangre a través de los vasos sanguíneos cada vez más pequeños a medida que se aleja del corazón. En ese proceso lleva nutrientes a las células y deja ir también un fluido, llamado linfa o líquido intersticial.

A nivel celular, se realiza un intercambio de nutrientes por toxinas y material de desecho que es transportado, una parte, por el sistema cardiovascular y, otra parte, por el linfático. En el linfático se eliminan las toxinas y que posee células inmunes llevándolas por todo el organismo para defenderlo de las infecciones.

Mantiene también el equilibrio entre sangre y linfa al recoger el excedente y lo devuelve a la sangre a nivel de la subclavia. 

El sistema linfático:

El sistema linfático consta de una serie de vasos y ganglios encargados del intercambio y transporte, similar al cardiovascular. Pero, se diferencian en que el linfático no dispone de una bomba que lo impulse.

Podemos estimular el sistema linfático a través de:sistema linfático

  • La realización de ejercicio, por la contracción muscular.
  • Con masajes.
  • Tratamiento de drenaje linfático.
  • Mediante hidroterapia (Alternando agua caliente y fría en la piel).
  • A través de la respiración.

Los ganglios linfáticos, que contiene el sistema linfático, están destinados a filtrar la linfa. Y, mediante las células inmunológicas, que contiene, elimina cualquier patógeno infeccioso que circule por ella.

Los vasos linfáticos los encontramos en casi todos los tejidos a excepción del sistema nervioso central, de la médula ósea o el cartílago entre otros.

La red linfática la encontramos en todo el sistema digestivo por donde pueden entrar los patógenos o toxinas antes mencionadas.

¿Cómo el sistema linfático trabaja como sistema inmunológico?

Los alimentos que consumimos pueden contener bacterias, toxinas, antígenos u otras sustancias no deseables para nuestro organismo. Como hemos comentado, el sistema linfático se encarga de realizar la vigilancia inmunológica de todo aquello que consumimos.

En el momento de la ingesta, la red que rodea la primera parte del sistema digestivo (compuesto por en la mucosa oral: la lengua, las glándulas salivales y las amígdalas) vigila y elimina cualquier patógeno. Esta sería la primera barrera. Si algún invasor externo consigue pasarla los linfáticos que rodean el intestino (tanto grueso como delgado) protegen del paso de patógenos.

Antes de volver a entrar la linfa en el torrente sanguíneo ha de pasar por diferentes nódulos linfáticos. Y, también por el hígado, la vesícula biliar y el páncreas; todos ellos contienen sistema linfático de defensa. Por ello, cuando la linfa sale del corazón para nutrir las células ya ha sido filtrada por diferentes puntos del sistema linfático convertido en sistema inmunológico.

¿Qué ocurre cuando el sistema linfático no trabaja debidamente? 

Cuando el sistema linfático no fluye con la debida rapidez, se ralentiza o se estanca. A su vez, las toxinas acumulan en la zona y las células encargadas de la inmunidad no van a llegar al lugar donde son necesarias. Esto quiere decir que somos más proclives a la infección ya que el organismo ha perdido capacidad de combatir las sustancias nocivas. Y, además, se genera dolor o hinchazón en las zonas donde se acumula la linfa.

 

Formas de mejorar la salud linfática: 

Para tener un sistema linfático en buenas condiciones hemos de vigilar de mantener un órgano esencial para los procesos de desintoxicación saludable. Este órgano es el hígado.

El hígado interviene en diferentes procesos de nuestro organismo. Entre ellos la defensa del cuerpo, desintoxicación, metabolismo de las grasas, la excreción, etc. Por ello, precisa de cuidados para poder llevar a cabo todos estos procesos, más de 300 en total.

También, en este órgano se produce una gran cantidad de linfa. Por ello, al cuidar el hígado ayudamos a mantener la limpieza del organismo.

Recomendaciones para estimular el sistema circulatorio linfático:

Entre las actuaciones más recomendables para estimular el sistema circulatorio linfático se incluye:

– El aumento de la cantidad de agua que se ingiere

– Una alimentación saludable

– Realizar ejercicio para movilizar la linfa

– Terapias de drenaje o masajes circulatorios entre otros.

También, es recomendable ingerir suplementos y vitaminas que ayuden al hígado en su función desintoxicante. Entre otros productos podemos incluir:

  • El cardo lechoso, que contiene silibina que tiene efecto hepatoprotector. Como el hígado tiene función de degradar o descomponer toxinas, éstas pueden disminuir su eficiencia si se daña.
  • La chlorella, que es un alga verde rica en proteínas. La chorella se adhiere a las toxinas y evita que sean absorbidas por el organismo además de  proteger al cuerpo de la absorción de metales pesados como el mercurio.
  • La chlorella, que es un alga verde rica en proteínas. La chorella se adhiere a las toxinas y evita que sean absorbidas por el organismo además de proteger al cuerpo de la absorción de metales pesados como el mercurio.
  • La pectina de manzana es un tipo de fibra soluble que tiene una función similar a la chlorella. Uniéndose a las toxinas y metales pesados para evitar que sean reabsorbidos y sean eliminados de manera más fácil por el sistema digestivo.
  • Diente de león, rico en vitaminas A, B, C y D que ayuda tanto al hígado como a los riñones mediante los flavonoides por sus efectos antioxidantes en los procesos de desintoxicación.
  • La bardana favorece una circulación tanto de la sanguínea como linfática.

Por lo tanto, para protegernos de enfermedades y mantener un sistema inmunológico activo hemos de tener un sistema circulatorio en perfecto estado. De esta manera, el organismo podrá evitar que las toxinas y los patógenos generen enfermedades y afecten de manera negativa a cualquier órgano.