Tratar la fibrosis de forma temprana tiene un impacto positivo en el paciente ya que afecta a la progresión de la fibrosis tanto quirúrgica como linfoestática.

¿Cuándo empezar a trabajar sobre el linfedema? Actuación temprana de la fibrosis en el paciente

La respuesta es sencilla ya que cuando tratas de manera temprana el linfedema estás actuando sobre la frontera de ser reversible a irreversible. Entonces, ¿cuándo hemos de empezar a trabajar sobre el linfedema? Pues antes de que aparezcan los síntomas, si es posible se recomienda la actuación temprana de la fibrosis en el paciente.

La intervención temprana afecta la progresión de la fibrosis tanto quirúrgica como linfoestática. El tratamiento de la fibrosis quirúrgica puede afectar el proceso de endurecimiento de la cicatriz. Lo que, a su vez, disminuye la obstrucción linfática que puede empeorar el linfedema. El tratamiento del linfedema disminuye la estasis linfática, lo que reduce el desarrollo de fibrosis fibroesclerótica.

Aunque el tratamiento temprano produce los mejores resultados para la fibrosis quirúrgica y linfoestática, todavía hay oportunidad de cambio incluso después de varias décadas. Por ello, abordar el linfedema y la fibrosis puede generar mejoras e impactar la progresión de los síntomas.

Cómo afecta el linfedema y beneficios de tratar la fibrosis de forma temprana

El aumento de volumen debido al linfedema y a la fibrosis puede llegar a incapacitar al paciente en su vida cotidiana, restringiendo movimientos, generando dolor etc. Por ejemplo:

  • Aumenta la falta de movilidad de la extremidad, en caso del brazo incapacita para poner la chaqueta o coger algo de una zona alta por imposibilidad de alzarlo lo suficiente.
  • Si se trata de la mano, impide cerrarla de manera adecuada con lo que disminuye la capacidad de agarre, sujeción y destreza.
  • Cuando hablamos de linfedema en la pierna, puede imposibilitar hasta el caminar, por limitar el movimiento en general y el equilibrio provocando caídas.

¿Qué tipo de impacto tiene el tratamiento temprano de la fibrosis en el paciente?

  • Para prevenir el desarrollo del linfedema y fibrosis es imprescindible que el paciente se conciencie y aprenda a reducir factores de riesgo.
  • Proporcionando recursos y programa domiciliario el paciente podrá tener autocontrol de síntomas
  • Seguir un tratamiento descongestivo completo (DCT) con el que controlar los síntomas de linfedema.
  • Reducir o tratar la fibrosis mediante diferentes terapias reduce y previene la progresión del linfedema.
  • Para evitar posibles infecciones por celulitis hemos de tratar el linfedema de forma temprana.
  • La reducción de linfedema y fibrosis da como resultado una mejora en la función física, movilidad y deambulación. Un paciente seguro aumenta la actividad física.
  • También es importante la acción sobre la imagen personal del paciente afectado que a menudo puede resultar vergonzoso el volumen de la extremidad afectada por linfedema.

 

¿Cuál es el impacto de la fibrosis posquirúrgica en el organismo?

La mayoría de las personas que padecen cáncer de mama necesitarán pasar por el quirófano, lo que dará como resultado una cicatriz. Este tejido cicatricial ya constituye una fibrosis que impedirá la circulación norma de la linfa, la cual se empezará a estancar. Si se extirpan ganglios linfáticos, aún se genera más congestión.

Hemos de tener en cuenta que la gravedad de la cirugía, la existencia de quimioterapia o radioterapia previa, quién realiza la intervención etc, son factores que pueden agravar el proceso de cicatrización.

Las etapas de la cicatrización de heridas:

PRIMERA ETAPA:

Entre 24 y 48 horas después de la cirugía comienza la inflamación de la zona, primera etapa. Esta inflamación puede durar semanas o meses, en ella, los neutrófilos eliminan las bacterias que puede haber en la herida. Cuando está limpia ya crece tejido para cerrar la herida. La hinchazón y la inflamación son una parte del proceso, alcanza su punto máximo entre 2 y 4 semanas después de la cirugía. La inflamación puede ser más profunda y persistente si ya había antes de cicatrizar.

SEGUNDA ETAPA:

La segunda etapa o de proliferación comienza aproximadamente 3 semanas después. En esta etapa el tejido cicatricial crece como consecuencia del cierre de la herida. Este tejido continúa creciendo incluso hasta 2 años después de la cirugía y es una parte imprescindible de la cicatrización.

¿Qué determina la gravedad de la fibrosis posquirúrgica?

¿Qué determina la gravedad de la fibrosis posquirúrgica?

Una cicatriz puede ver alterada su curación si existen factores como la hinchazón o inflamación tras la cirugía. Estos incluyen comorbilidades como diabetes, condiciones circulatorias o autoinmunes. La predisposición genética a formar queloides, el uso de medicamentos, según que quimioterapia, padecer diabetes o enfermedad autoinmune, algunas alteraciones circulatorias, infección postquirúrgica….., pueden generar inflamación, lo que empeora la cicatrización ya que la ralentiza y puede dificultar el proceso.

Si no tratamos el linfedema posterior a la cirugía, puede provocar la fibrosis linfostática. Recordemos que es aquella provocada por el estancamiento linfático formada por grasa o tejido adiposo.

¿Qué es la fibrosis inducida por radiación?

La radioterapia que se utiliza para tratar el cáncer altera la composición de los tejidos. Estos se vuelven delgados, endurecidos y de mayor fragilidad.

Alrededor de una cicatriz postquirúrgica se puede crear tejido más duro y denso si aplicamos radiación. La cantidad de lesión que se genere dependerá del tipo, duración, de la cantidad e intensidad de la radiación además de la ubicación.

Otros factores para tener en cuenta son la sensibilidad de la piel del paciente, su densidad etc.

Hemos de tener en cuenta que además de los problemas a nivel de la fibrosis esta radiación puede tener otros efectos secundarios como osteoporosis, problemas cardiacos incluso pérdida de piezas dentales.

Fibrosis y cordón

Hay una forma de fibrosis, que además de todo lo hablado anteriormente, es dolorosa e incapacitante es el denominado síndrome de red axilar o cordón. Pueden formarse por el endurecimiento de vasos linfáticos y venas pequeñas. Suelen encontrarse entre el codo y la axila, aunque también pueden ir hacia el tronco o la mano. Se aprecia al tacto bajo la piel como una o varias cuerdas

La sensación del paciente es de un dolor y opresión que tira ya sea de la axila como del brazo. Normalmente, el paciente con cordón pierde movilidad en la extremidad afectada, imposibilitando movimientos tan normales como peinarse o levantar el brazo por encima de la cabeza. Es poco habitual, pero en ocasiones, desaparecen ellos solos. Y aunque no se da siempre, sí que se da con la suficiente frecuencia como para que se le pueda identificar y tratar.

 

Opciones de tratamiento de fibrosis para pacientes con cáncer de mama

Hemos de recordar que el estancamiento linfático puede crear fibrosis linfostática. La congestión provocada por el aumento de linfa puede llegar a oscurecer el tejido que ha cubierto haciéndolo más difícil de tratar. Comienza un círculo vicioso en el que el estancamiento crea fibrosis, la fibrosis empeora la circulación linfática estancándola aún más y así sucesivamente.

Hemos de tratar la zona de forma completa para descongestionarla con drenaje linfático manual, compresión mecánica y uso de prendas compresivas, ejercicios de movilización que aumentarán la circulación linfática, cuidar la piel etc. Este tipo de tratamientos tienen resultado sobre la fibrosis ya que, si deshinchamos la zona, rebajamos la posibilidad de linfedema y de fibrosis.

Después de la cirugía y del tratamiento con radioterapia los tejidos son más vulnerables y aunque el linfedema y la fibrosis van juntas, un tratamiento demasiado intenso es poco recomendable sobre estos tejidos.

Mientras que el cuerpo se recupera y sana se han de hacer tratamientos suaves, pudiendo ser a más largo plazo si también han recibido quimioterapia para así permitir al sistema inmunitario que se recupere antes de pasar a tratamientos agresivos para eliminar la fibrosis.